Emmy Rossum, la chica que parecía tener un futuro en el cine después de El fantasma de la ópera y que luego lo destrozó protagonizando Poseidón y Dragon Ball Evolution, quiere ponernos los dientes largos. Y es que la jovencita decidió ponerse un vestido corto el otro diá que dejaba bien claro que tiene unas piernas bien hermosas que pueden ser la envidia de cualquiera.
La pobre está ahora en medio de un divorcio así que lo mismo el vestido era para darle un tortazo virtual en la cara a su futuro exmarido. Quién sabe.
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